
La hipnosis, desarrollo y características
Definición
No existe un acuerdo en cuanto a la definición de hipnosis, no obstante, una de las definiciones más difundidas proviene de la división de hipnosis de la Asociación de Psicólogos Americanos APA, conocida como Sociedad de Hipnosis Psicológica: La hipnosis es un procedimiento durante el cual un profesional o un investigador del área de la salud sugiere que un cliente, paciente o sujeto experimente cambios en sus sensaciones, percepciones, pensamientos o conductas. Esta definición reconoce el papel desempeñado por el hipnotizador, el contexto en el que se practica y la persona hipnotizada.
La base teórica de la hipnosis intenta explicar los efectos hipnóticos a través de diferentes teorías generando la polémica trance versus procesos generales. Las teorías especiales abogan por un estado especial o alterado de conciencia habitualmente llamado trance, que se consigue tras la inducción hipnótica donde diferentes autores defienden la existencia de un trance hipnótico, concepto que explicaría las características del automatismo y involuntariedad aparente del comportamiento hipnótico. La teoría de mayor influencia dentro de esta perspectiva es la teoría neodisociativa de Hilgard. Por contra las teorías generales suelen rechazar la noción de trance o estados especiales de conciencia ya que considera que no son medibles con criterios independientes. La teoría con más influencia es la cognitiva- comportamental donde enfatiza las variables contextuales en su interacción con las personales (imaginación, motivación, expectativas, implicación, activación de roles sociales, etc.), como determinantes de las conductas hipnóticas. Actualmente se acepta la hipótesis de trance únicamente como un concepto descriptivo, no como la explicación del porqué de la hipnosis.
La definición de trance conlleva una cierta controversia teórica, desde una posición más clásica se trata de un estado alterado de consciencia distinto del sueño, aunque con alguna similitud y de la vigilia. Se caracteriza por una alta concentración atencional en un foco, una cierta desconexión del entorno y un alta sugestionabilidad. El trance hipnótico consiste en un estado de atención muy intenso, a menudo se relaciona con la relajación, aunque también puede lograrse mediante movimientos y bailes rítmicos.
Desarrollo de la sesión hipnótica
En una sesión de hipnosis el participante debe de sentarse en una silla o sofá reclinable con las manos sobre las rodillas. A continuación el psicólogo estable con la persona el objetivo de la sesión, también le informa de que en cualquier momento puede interrumpir la sesión si así lo desea, bastará con que abra los ojos. Tras ello se le pide al participante que cierre los ojos y que tome consciencia de la posición de su cuerpo y de los sonidos del entorno. Esta fijación de la atención señala el inicio de la fase de activación del proceso hipnótico, entonces comienza el trabajo de inducción mediante el léxico y las expresiones del propio sujeto. Para finalizar la sesión se reorienta la consciencia del participante a la realidad del momento, se le pide que respire profundamente, que abra los ojos y que se estire y con una breve frase, esta sesión a finalizado.
El objetivo principal para este procedimiento es la de inducir a las personas a un estado de relajación profunda. A menudo se trata de asentar, a través del lenguaje, imágenes en la mente del paciente, o lograr que se relaje, durante el estado hipnótico el profesional incorpora imágenes y metáforas en las personas de forma metódica mientras dura la sesión.
Con el fin de proporcionar mensajes importantes después de la sesión hipnótica o evitar recaídas en determinadas conductas, la hipnosis se sirve de sugestiones hipnóticas: son las sugestiones que se le hacen al participante mientras se halla en estado hipnótico con el fin de estimular determinados pensamientos, comportamientos, y sentimientos que vaya a tener en un futuro contexto. Las sugestiones posthipnóticas hacen posible, que la persona en cuestión aplique en un contexto previsto las nuevas asociaciones adquiridas durante la hipnosis.
Un par de ejemplos de sugestión posthipnótica:
- Cuando salgas del estado hipnótico dentro de unos momentos, podrás disfrutar de la sensación de haber descansado como no lo hacías desde hace tiempo.
- Cuando empieces la reunión de la semana que viene, podrás cerrar los ojos por un momento que podrá parecer mucho más largo y respirar profundamente y notar como la ansiedad se te va mientras exhalas.
El desarrollo del proceso proceso hipnótico en una sesión se establece de la siguiente manera. El trance o alta sugestionabilidad puede ser espontáneo o inducido por un profesional y se desarrolla en tres fases:
- La inducción que permite desencadenar el proceso hipnótico
- Fase terapéutica durante la cual se anuncian las sugestiones para el cambio y la mejora del participante.
- Salida del trance parte final del proceso hipnótico
Características del estado hipnótico
- Aumento de la sugestionabilidad
- Aumento del foco atencional
- Aumento de la capacidad de imaginar
- Aumento de la implicación emocional
- Focalización de la atención a una situación estimular restringida
- Distorsión de las variables psicológicas de espacio tiempo
- Automaticidad del comportamiento
- Disminución de la capacidad de análisis lógico-racional y crítico de las situaciones
- Sensación de relajación profunda
- Alteraciones psicofisilógicas en relación directa con las características de las sugestiones
- Disminución de la conductancia eléctrica de la piel
- Menor contracción muscular, disminución del dolor
- Aumento del número de leucocitos circulantes y menor probabilidad de depresión inmunológica
- Incremento de la producción de endorfínas en el Hipotálamo
- Equilibrio en la saturación CO2 y O2
- Mayor dilatación vascular
- Mayor calibre de las arterias coronarias
- Menor tensión arterial
- Menor cantidad de colesterol en sangre
Los efectos de la hipnosis
- Cambios fisiológicos relajación, vasodilatación, estimulación de los sistemas inmunológicos y endocrinos, etc.
- Cambios y distorsión de la percepción por ejemplo, de la cualidad y duración del dolor
- Actividad ideomotora permitir al inconsciente expresarse a través de señales de los dedos y otros movimientos involuntarios para indicar “si” y “no” tras preguntas referentes al problema y acercarse así a los acontecimientos
- Interrupción de patrones de conducta como el caso de dejar de fumar
- Regresar a sus recursos guiar a la persona a gestionar los recursos propios que había olvidado
- Creatividad aumentada utilizar experiencias personales de una manera imprevista y creativa
- Reconstrucción de experiencias tanto traumáticas como agradables. Durante el trance hipnótico, el límite entre lo que parece realidad y lo que parece ficción, no es tan claro como normalmente creemos. Sobre todo, lo que habitualmente consideramos como hecho, muchas veces contiene elementos ficticios.
- Re-estructuración de situaciones fijas en las cuales parece que no es posible ningún cambio,
- Superar ideas irracionales que normalmente uno se impone.
La sensibilidad hipnótica
Las pruebas que determinan de forma estandarizada la sensibilidad a la sugestión hipnótica según una escala de sugestionabilidad establecida en la población general:
- 10% de las personas son poco sensibles a la hipnosis
- 80% resultan fáciles de hipnotizar
10% restante muy fáciles de hipnotizar
Diferentes estudios han conducido a la invalidación de ciertas hipótesis sobre que es hipnosis
- El sujeto hipnotizado no se haya dormido, los electroencefalogramas durante distintas fases del sueño se distinguen del trazado electroencefalográfico que aparece durante la hipnosis.
- En un primer momento se pensaba que el cerebro en estado hipnótico la mente vagabundeaba de un pensamiento a otro, se sueña despierto, que el cerebro se encontraba en estado de reposo. Hoy se sabe que el modo operativo se corresponde con una intensa actividad cerebral. La hipnosis no es sinónimo de ensoñación.
- Si comparamos el estado hipnótico con la meditación, aunque a simple vista una persona hipnotizada y una que medita aparentan dormir, sus respectivas actividades cerebrales difieren de la de un sujeto dormido. No obstante, el perfil electroencefalográfico en la meditación no es lo mismo que en la hipnosis. Las personas que dominan ambas técnicas aseguran que se trata de experiencias mentales distintas.
Las zonas cerebrales que se activan durante el proceso hipnótico
Se sabe que la actividad cerebral durante la hipnosis cambia en función de las sugestiones que se aplican al sujeto y el tipo de recuerdos agradables que la persona elige. Además determinadas personas posen un sistema sensorial privilegiado (visión, olfato, audición, gusto y tacto) aspecto que influye en el tipo de imágenes mentales que producen cuando se pide que piensen en una imagen agradable.
Durante la hipnosis existen patrones de activación cerebral diferentes, mas determinadas áreas parecen hallarse siempre implicadas. Probablemente existen varios tipos de matrices de activación de la corteza cerebral durante la hipnosis. Pese a la variabilidad hay unas constantes, ciertas zonas se activan siempre de forma privilegiada:
- La corteza cingular anterior que desempeña el papel clave en los procesos relativos a la atención y el control cognitivo y en el componente emocional y afectivo del dolor
- El precúneo parte del lóbulo parietal, también denominada lóbulo cuadrado de luois Achille Forville. Involucrada en procesos asociados a la memoria e integración visuo-espacial.
- La corteza occipital, la corteza temporal, las área estriadas de la corteza visual estas zonas se relacionan con la capacidad del cerebro para producir imágenes mentales
- Corteza somatosensorial estrucutura compleja, cuya función es producir modalidades de estímulo tales como el tacto, la temperatura, la propiocepción (posición del cuerpo) y la nocicepción (dolor).Disminuye su actividad alas sugestiones para aplacar el dolor.
- Sustancia gris periacueductal (dentro del tronco encefálico) centro de percepción del dolor
- Ínsula está relacionada con el sistema límbico, juega un papel en las emociones y sentimientos
La corteza cingular anterior, corteza somatosensorial, sustancia gris periacueductal y la insula, son los centros implicados en la percepción al dolor,en el estado hipnótico.se modifica la conectividad de estos centros.
Diversas investigaciones han identificado diferencias en el funcionamiento cerebral de las personas con alta y baja hipnotizabilidad. Los más hipnotizables presentan mallor conectividad entre la corteza preforontal dorsolateral izquierda y la corteza dorsal anterior, la insula anterior y la amigdala.
El efecto de las palabras
Duarante el trance o alta sugestionabilidad las palabras producen un efecto positivo muy superior al que ejercen en la persona cuando se encuentra en estado de vigilia, pero también pueden ejercer un efecto negativo.
Sobre las capacidades cognitivas
Durante el proceso hipnótico o en la sesión de hipnosis según la psicología el funcionamiento del cerebro se torna más fluido, El test de Stroop es una prueba experimental que consiste en decir lo más rápido posible de qué color son las letras con las que está escrito un color diferente, por ejemplo, se escribe la palabra rojo en tinta azul y esta situación crea un conflicto cerebral, porque de forma espontánea se tiende a leer la palabra rojo, aunque deba indicarse el color de la tinta azul. Se halló en las pruebas experimentales que los sujetos hipnotizados rendían mejor.
Las personas en estado hipnótico tienden a mejorar la memoria autobiográfica (los acontecimientos vividos por el sujeto), ya que las personas reviven sus recuerdos durante las sesiones hipnóticas. En cambio, la memoria operativa (memoria que se mantiene durante poco tiempo en la mente y permite realizar un trabajo determinado) se obtienen mejores resultados en estado hipnótico.
Sobre la percepcción
La sinestesia es una facultad poco común que tienen algunas personas, que consiste en experimentar sensaciones de una modalidad sensorial particular a partir de estímulos de otra modalidad distinta. diferentes estudios demuestran que una persona en estado hipnótico podría ver un tomate azul, la hierba roja o la nieve violeta. la sugestionabilidad colocaba las regiones perceptivas del cerebro bajo control de las áreas del lenguaje, no bajo las de la retina o del nervio óptico.
La hipnosis ha constatado que la sinestesia no se corresponde únicamente con una predisposición, del individuo, sino también puede adquirirse.
La percepción del tiempo se ve alterada en las personas que están en el proceso hipnótico.
El estado de consciencia
Hoy por hoy, los neurocientíficos y la psicología que estudian la conciencia tienen dificultades para proponer un modelo neurobiológico satisfactorio de este fenómeno. La hipnosis es un estado particular de conciencia. En los años 60 se realizó un estudio sobre la analgesia al frío mediante hipnosis, los participantes en estado hipnótico debían de sumergir una mano en agua helada y con la otra mano realizar un ejercicio de escritura automática (hablar y discutir al mismo tiempo que escribía sin mirar la hoja y sin intentar construir un texto, literalmente automático). Los resultados demostraron por una parte que las personas en estado hipnótico aguantaban la mano a dentro del contenido frío, el doble que los participantes en estado de vigilia, y por la otra que los participantes hipnotizados escribían frases tipo “Esta helada, saque mi mano de ahí”, como si el cerebro percibiese de forma no consciente el peligro potencial del frío.
Este tipo de funcionamiento, todavía pendiente de precisar, explicaría por qué una persona hipnotizada puede realizar acciones de las que no hubiera creído capaz y podría de alguna manera aclarar que las personas hipnotizadas salgan de manera espontánea del estado hipnótico cuando su integridad corporal y mental se encuentra amenazada o antes de cumplir con una acción que contradice las propias normas sociales y morales.
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Viaje al fondo de la mente
La hipnosis es una técnica empleada por muchos psiquiatras y psicólogos para abordar traumas y fobias arraigadas en la conciencia
La riqueza de la vida está hecha de recuerdos olvidados”, apuntó el poeta Cesare Pavese en sus diarios. Pero ciertos de esos “recuerdos olvidados” se convierten en angustiosos problemas para quien los porta. Y aún algunos de ellos yacen tan enterrados en el inconsciente que son necesarios métodos especiales para extraerlos y curarlos. Uno de estos métodos es la hipnosis clínica.
El padre del psicoanálisis Sigmund Freud fue uno de los pioneros en su empleo, pero lo cierto es que la técnica ya había sido descubierta varios años antes de que el médico vienés se interesara en ella. Concretamente a fines del siglo XVIII el médico alemán Franz Anton Mesmer fue el primero en utilizar la hipnosis con fines clínicos, al punto que las experiencias desarrolladas por él se conocieron para la posteridad como mesmerismo.
El tratamiento de la histeria y concretamente las investigaciones del médico francés Jean Martin Charcot llevaron al uso de la hipnosis para su tratamiento. Freud viajó a París para tomar lecciones con el maestro e incorporó el método.
Actualmente son muchos los médicos psiquiatras y psicólogos que emplean la hipnosis para el tratamiento de diversos problemas de orden psíquico. Las fobias, el estrés postraumático y aún algunas adicciones pueden ser tratadas con el uso de esta disciplina.
En consulta
“La hipnosis es una disciplina, no es una psicoterapia en sí misma sino que coadyuva con la psicoterapia, especialmente con la cognitivo-comportamental”, señaló el médico psiquiatra Guillermo Castro Quintela.
El profesional, que ejerce en el Hospital Británico, emplea la técnica en consulta para algunos casos muy específicos.
La hipnosis, explicó, consiste básicamente en tres fases: un primer estado de relajación profunda, seguido por un estado de sugestión y finalmente un estado de trance. A ello sigue un despertar en el que el sujeto recobra plenamente la conciencia y puede, por ejemplo, trabajar con los recuerdos recuperados.
¿Qué consigue hacer la hipnosis, entonces? “Es fijar la imaginación en un punto determinado. Si todos pensamos durante el día en algo, y de alguna manera todos lo hacemos, nos autohipnotizamos. Por ejemplo, vamos manejando por la ruta y estamos agarrados del volante, mirando hacia adelante y no vemos nada para el costado, estamos como imaginándonos cosas, es que estamos en un estado semihipnótico”, explica Castro Quintela.
El médico explicó que ha utilizado esa técnica, por ejemplo, en casos de pacientes masculinos abusados sexualmente durante su infancia. En estos casos el traumático episodio queda sepultado en el inconsciente, o para decirlo en términos piscoanalíticos, es reprimido. Algo similar ocurre en los casos de estrés postraumático, en aquellas personas que han sido víctimas o testigos de un acto de violencia. En cambio, a juicio del profesional, la técnica no se muestra siempre eficaz en el tratamiento de adicciones.
“En el despertar generalmente recuerdan el episodio y ahí se discute lo que vivió y cómo lo vivió —explica Castro Quintela—. Cuando un paciente tiene un estrés postraumático, por ejemplo una mujer que fue violada, y aparece la escena traumática en la conciencia, cuanto más recuerda los detalles de lo que pasó, más mejora la persona. Porque el psiquismo se defiende de una manera, la cual no es perfecta, tratando de ocultar todo eso. Entonces la persona tiene como amnesia de eso o tiene impotencia sexual, o tiene un alejamiento afectivo de los demás. Cuando le viene el recuerdo y puede vivenciar, el rememorar ayuda en forma paradójica para que la persona al traer todo a la conciencia la ayuda a mejorar radicalmente”.
Son varios los mitos que rodean a la hipnosis, pero el que más frecuentemente suena es aquel que afirma que el hipnotizado queda bajo el entero dominio del hipnotizador.
“La persona tiene plena conciencia de lo que se está imaginando, pero el hipnotizador no puede hacer nada contra la voluntad del paciente hipnotizado. El paciente hipnotizado, pongo un caso grosero, si se le dice desnúdese el paciente dice: no, usted está loco (ríe). Es decir, la persona está en completo conocimiento y puede salir del trance rápidamente”, argumenta el psiquiatra.
En buena medida estos mitos (ver detalle en nota aparte) han crecido en torno al uso de la disciplina en espectáculos artísticos. Ello ha contribuido a quitar el rigor científico que tiene su empleo en la práctica clínica. De hecho, la hipnosis ni siquiera es aplicable a todas las personas, explica el experto consultado. ¿Por qué entonces parece ser tan efectiva cuando se la ve en medio de un show?
En el escenario
Algunos hipnotizadores de shows artísticos son realmente buenos. Dominan la técnica y consiguen rápidos resultados, en función de su espectáculo, claro. Pero siempre dependerá de la habilidad del hipnotizador para captar personas realmente sugestionables entre el público.
“Generalmente en los espectáculos el hipnotizador sabe cuáles son las personas más sugestionables para ser hipnotizados, porque no todo el mundo puede ser hipnotizado. Una persona con trastornos paranoicos no puede ser hipnotizada, un esquizofrénico tampoco, una persona que tiene histeria en cambio sí”, señaló el especialista.
Generalmente el showman suele someter a un breve interrogatorio a la persona que seleccionó del público para saber si es o no un sujeto potencial. También algunos signos físicos son tenidos en cuenta por el ojo entrenado del artista, por ejemplo la forma de parpadear, el modo en que coloca sus manos, entre otros indicios. Y mientras la observación ocurre inicia la sugestión y va dando órdenes simples, por ejemplo que levante un brazo y luego el otro.
Otro aspecto rebatido por los científicos es el mentado trance en el que se va hacia “vidas pasadas”.
“Eso de las vidas pasadas no es que sea una reencarnación, sino que es la persona con su imaginación quien juega, porque muchas veces los conflictos se representan en forma simbólica, entonces después cuando sale de ese estado de trance se pueden discutir que fue lo que vivió y qué fue lo que vio”, explica.
Más allá de los mitos, entonces, la hipnosis se utiliza en forma cotidiana para emprender un viaje a lo más recóndito de la mente en busca de respuestas que se resisten a salir a luz
Algunos mitos que la ciencia derribó
Son varios los mitos que la investigación científica de la hipnosis ha derribado. Muchas de estas creencias se han convertido en prejuicios, lisa y llanamente, contra una disciplina que, aunque controvertida en el propio mundo académico, es utilizada diariamente por connotados profesionales. El primero de esos mitos tiene que ver con que la habilidad para experimentar fenómenos hipnóticos se relaciona con un alto nivel de credulidad, o una marcada debilidad mental. Otra falsedad relacionada con la hipnosis es que esta tiene que ver con el sueño, hay hipnosis despierta y especialistas que la han desarrollado ampliamente. El nivel de sugestionabilidad depende más del sujeto que del hipnotizador. Las personas hipnotizadas retienen la capacidad de controlar sus conductas durante todo el tiempo, contrariamente al mito del hipnotizador con poderes absolutos. El mito de la amnesia poshipnótica es escasamente frecuente. La hipnosis practicada por clínicos e investigadores calificados nunca puede resultar peligrosa para el sujeto. Otro mito es que la hipnosis puede provocar que se vuelvan a experimentar en forma literal los sucesos traumáticos de la infancia; permite en cambio visualizarlos para poder analizarlos junto al especialista.
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